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dimecres, 4 de juliol del 2012

Nuevos nichos laborales para periodistas

Reportaje publicado en la revista Capçalera de julio de 2012 (traducción del catalán)


"Deja de lloriquear y de decir que todo va mal. Si estás de bien ánimo, encontrarás oportunidades. Tanto el optimista como el pesimista tienen razón, porque ambos reflejan una parte de la realidad, pero al optimista le van mejor las cosas. Si todo lo ves mal, la autoprofecía se acabará cumpliendo. Miremos atrás: las cosas nunca han sido fáciles. Siempre digo a los periodistas que no dejen los estudios y que se formen, que miren lo que es relevante, que vean cómo funcionan las redes sociales, que experimenten con Twitter y Facebook, que aprendan de los blogs y lo que hacen otras empresas. Nuestra profesión es la más atractiva, apasionante y desafiante del mundo, porque influye en el comportamiento de las personas y contribuye a cambiar mentalidades. Pero hoy sólo admite a los periodistas con afán de superación".
Alfonso Sánchez-Tabernero, director del máster en Gestión de Empresas de Comunicación de la Universidad de Navarra, evita caer en el desánimo. A pesar de ser consciente de la sangría de periodistas que han dejado los sucesivos ERE que han afectado a los principales medios, cree que hay razones para mirar al futuro con esperanza. "Hay futuro porque hay presente", coincide Josep Lluís Micó, director del grado de Periodismo de la Facultad de Comunicación Blanquerna.
Se crean puestos de trabajo porque los ciudadanos tienen más necesidad que nunca de estar informados, indica Sánchez-Tabernero. "Aunque vivimos una crisis larga y profunda y que la ocupación tradicional disminuye, si pensamos en la sociedad vemos que hay más consumo de información que nunca. Cuando los países crecen, la gente no destina el dinero a comprar más pan o más pares de zapatos: sería absurdo. Se los gasta en ocio y conocimiento".
Sí, el mercado absorbe a nuevos periodistas y abserberá todavía más dentro de diez años, asegura Sánchez-Tabernero, "pero sólo encontrarán trabajo en el nuevo escenario los profesionales con capacidad innovadora". ¿Qué sentido tiene, se pregunta en tono provocativo, que las facultades sigan formando a los alumnos como si todos estuvieran destinados a convertirse en redactores de un diario o que se sigan impartiendo asignaturas como diseño de páginas de periódico?
"El mercado necesita profesionales que sean muy flexibles, capaces de aprender, globales, que entiendan las nuevas tecnologías, que puedan aportar cosas nuevas para conseguir grandes audiencias o reducir costes, gente más preparada y más activa. El periodista debe ser un profesional híbrido, que sepa manejar medios audiovisuales y que sepa, esto sigue siendo fundamental, contar historias atractivas. Quien no dé este paso, quien sólo sepa seguir haciendo lids y titulares, está equivocado ", sentencia el profesor de la Universidad de Navarra.
Para Josep Lluís Micó, "hay muchos futuros complementarios, pequeñas parcelas que indudablemente no absorberán a muchos informadores pero que dan un complemento y sirven de esperanza".
Pero, ¿de qué puestos de trabajo hablan Micó y Sánchez-Tabernero? Unas llamadas a tres de los principales medios de comunicación catalanes confirman la impresión generalizada que domina en el sector: en el último año, apenas han contratado a nuevos periodistas. Por el contrario, han tendido a recortar. Según la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), los últimos tres años han perdido su empleo 5.270 profesionales de la comunicación.
Así pues, ¿quién está contratando actualmente a periodistas y para hacer qué? Se hace difícil, por no decir imposible, poner nombres. Como mucho, apellidos. Y los apellidos más en boga ahora mismo son Digital, Red y Portabilidad.
Para entender el grado de confusión que hay alrededor de los nuevos empleos para periodistas, Josep Lluís Micó explica que en Blanquerna han llegado a recibir ofertas de trabajo exactos pero que denominaban las tareas a realizar de formas distintas. "Gestor de contenidos digitales sería el gran paraguas que cobija ocupaciones muy diferentes y que aún no tienen ni nombre. Pero lo importante es que existen ".
El director del grado de Periodismo de la Facultad de Comunicación Blanquerna incluye bajo este paraguas a los profesionales que dentro de un periódico, una emisora ​​de radio o un canal de televisión se encargan de gestionar el área de participación. "Los medios son conscientes de que tienen un público cada vez más competente tecnológicamente y que les envía material y comenta las noticias. Esto obliga a poner orden en la información, a sistematizar y a filtrar. Si hasta ahora teníamos los periodistas de calle y los de mesa, ahora también tenemos los de participación".
Detrás de estos profesionales más visibles, hay empresas y organizaciones de todo tipo que, con su presencia en las redes sociales, blogs y portales propios, se acaban convirtiendo, ellas también, en medios que difunden contenidos propios o convenientes a sus intereses. "Gestionar contenidos es más complejo que llevar el Twitter y el Facebook de una empresa. Las organizaciones humanas tienen cada vez más la necesidad de comunicar mejor, y eso crea puestos de trabajo ", afirma Micó. En estos casos, los periodistas a menudo se integran en equipos pluridisciplinares y trabajan junto a publicistas, técnicos en marketing, abogados o economistas.
Otra posibilidad es la emprendeduría. Como no encontramos quien nos dé trabajo y tenemos ideas, montamos nuestra empresa o nos convertimos en autónomos. "Tengo muchas esperanzas depositadas, pero tampoco nos pasamos de eufóricos -confía Micó-: el autoempleo en general sólo sirve para empezar a trabajar".
Los periodistas sevillanos convocaron el pasado 21 de abril el encuentro Se buscan periodistas. La idea fuerza de la reunión era si no nos ofrecen trabajo, nosotros la crearemos. Los profesionales presentes en esa cita apostaron por poner en marcha diversos medios de forma autogestionaria, y terminaron hablando de aspectos poco habituales entre los periodistas: crear una cooperativa, elaborar un plan de empresa y diseñar un modelo de negocio o un sistema de financiación basado en las microsuscripciones. Para Silvia Cobo, periodista especializada en Internet y Social Media, nos encontramos ante un modelo que podría extenderse en un futuro inmediato.
Alfonso Sánchez-Tabernero pone algunos ejemplos de nuevas ocupaciones periodísticas que ha conocido en los últimos años: periodistas que hacen de Community Manager o montan webs, los que dan servicios a empresas, los que hacen publicaciones que luego distribuyen en estadios de fútbol, farmacias o grandes superficies...
"Las nuevas tareas suelen aparecer fuera de los grandes medios, que ahora mismo están más preocupados en coger las tijeras que en pensar en el futuro. Estas compañías dependen de sociedades que cotizan en Bolsa y, como los movimientos a largo plazo no repercuten en la cotización de sus acciones, se limitan a mira en corto".
Sánchez-Tabernero, que fue vicerrector de la Universidad de Navarra, cree que mañana mismo encontrarían fácil colocación en el mercado los profesionales capaces de hacer buenos productos de no ficción para la televisión que cuesten diez veces menos que los que emiten las cadenas generalistas, aplicaciones para móviles, instrumentos de marketing para empresas, productos informativos multisoporte o de escribir reportajes sobre temas tan específicos como la industria farmacéutica o los hidrocarburos.
Ahora bien, hay que ser realista. Y para Josep Lluís Micó el realismo pasa por aceptar que los puestos de trabajo que se crean en el campo digital no responden, ni por calidad ni en cantidad, a las expectativas que los grandes gurús habían profetizado. Son trabajos más precarios en un sector ya de por sí precario. "El contexto actual sigue siendo de muchas bajas y pocas altas. Las nuevas tareas son más residuales que antes y permiten mantenerse a flote y que periodistas en paro o recién licenciados puedan tener un trabajito. No son jornadas completas o responden a necesidades de temporada, por lo que obliga a combinarlas con otros empleos".
De esta manera, renace la figura del periodista pluriempleado. A falta de jornadas completas, el profesional se ve forzado a buscar pequeñas colaboraciones en diferentes medios y/o a pasar a lo que Sánchez-Tabernero llamaba "el otro lado". Todo, para poder sumar un sueldo a fin de mes. En caso de que se generalizara esta práctica, muy habitual durante el franquismo, sería un mal síntoma, se lamenta Micó.
Ante el periodista "que tiene que hacer diez trabajos para llegar a fin de mes", Josep Lluís Micó cree que se consolida el periodista estrella a quien todo el mundo reclama porque él mismo es una marca. "Ambos tienen en común el pluriempleo pero el contraste resultante es cruel".
La otra figura emergente es la del periodista polivalente. Micó y Pere Masip lo retrataban en 2010 en Prospectiva del mercado laboral para futuros graduados en periodismo, un estudio patrocinado por el Laboratorio de Comunicación Digital de Blanquerna. Se trata de profesionales flexibles, capaces de adaptarse y que demuestran su polivalencia bien sea en el campo tecnológico, mediático o el temático.
En un momento de cambio como el actual y como mínimo durante unos años, "su éxito está garantizado", vaticinan Micó y Masip. El advenimiento de este profesional capaz de integrarse rápido en equipos humanos complejos y, en algunos casos, de escribir en diferentes secciones ha sido recibido como un maná divino por muchas empresas. Allí donde antes se necesitaban dos o tres personas para realizar tareas concretas, ahora en ocasiones basta con una sola. Por esta razón es uno de los perfiles más buscados para redacciones pequeñas.
El periodista polivalente, conocido en otros tiempos como chico para todo o todo terreno, no supone en modo alguno la desaparición de los especialistas, advierten Micó y Masip en su estudio. Mientras el primero ofrece "agilidad, nervio y ahorro: supervivencia", el que domina algunos temas a fondo es garantía de "calidad, rigor y profundidad: trabajo bien hecho".
Sondeando los nuevos nichos laborales para periodistas nos encontramos también profesionales que han encontrado trabajo como auditores de la información o en el mundo de la documentación. Y y yendo un poco más allá, llegamos al portal LinkedIn. Colgamos un mensaje en el grupo Formación para Periodistas y en unos días varios profesionales nos dan su punto de vista. Para Roberto Vargas, la solución para los periodistas que busquen trabajo pasa por crear nuevos medios en la red. ¿Cuáles? Vargas habla de una página web para transmitir en directo las sesiones del Congreso de Diputados. ¿Quién la podría comprar?, Se pregunta. "Si se está debatiendo una ley para los ganaderos, el periodista hace su página y vende sus servicios a los propios ganaderos que quieran estar informados minuto a minuto del trámite de la ley que más les interesa".
Concha Belanzategui menciona que ha recibido ofertas para hacer de click-worker (escribir o traducir textos breves para y a través de internet) o de bloguero "a 40 céntimos la pieza", al tiempo que explica el intento de los trabajadores de una televisión local clausurada que, después de hacerse autónomos y de llegar a un acuerdo con el propietario, han montado una sociedad para explotar la licencia y los equipos.
Cada uno cuenta su caso. Silvia Tinoco intenta montar un servicio de prensa para músicos y María Villarreal empezará a trabajar en una agencia que se dedica al seguimiento de medios. "Creo que puede ser una salida interesante cuando el llamado clipping está a la orden del día". Ante la avalancha de periodistas que tratan de hacerse Community Managers, Lidia López confiesa que, aunque el e-marketing no tiene nada que ver con el periodismo, "como mínimo nos mantiene en el mundo de la comunicación" .
"Hoy hay muchas posibilidades de experimentar", evidencia Alfonso Sánchez-Tabernero. El problema, o uno de los problemas, para los periodistas es que no hemos sabido aprovechar los nuevos terrenos de juego que se han abierto con la eclosión de la sociedad digital, añade Josep Lluís Micó. "Los sectores del ocio y la publicidad han sido mucho más activos que el periodístico. En el último Mobile World Congress era impresionante ver la cantidad de divisiones y subdivisiones por tipo de empleo que había. Pues, ¿quieres creer que no se hacía ninguna mención al periodismo? Tenemos un camino larguísimo por recorrer ".
El caso de las tablets es paradigmático del desconcierto que vive el sector. "Un día se nos aparece el señor Steve Jobs, que en el cielo esté, se saca el Ipad y nos dice '¡mirad qué cosa tan bonita!'. Todos decimos 'qué bonito', y enseguida nos preguntamos qué podemos hacer para sacarle rendimiento. ¿Qué hacemos con este soporte en Cataluña? ¿Qué hacemos las universidades para formar a gente capaz de pensar más allá de los soportes tradicionales? Vamos haciendo adaptaciones, pero muy lentamente ".
"Hemos entrado en una época del cambio continuo-sentencia Sánchez-Tabernero-. Sólo es posible la salvación con una nueva mentalidad".


Los gabinetes no notan la crisis
A tenor de lo que dicen Josep Lluís Micó y Alfonso Sánchez-Tabernero, los que no parecen notar mucho los embates de la doble crisis (la coyuntural y la estructural) que padece el sector son los gabinetes de prensa. Para el director del grado de Periodismo de la Facultad de Comunicación Blanquerna, la comunicación es un ámbito que ninguna organización pública o privada quiere menospreciar y cada vez hay más conciencia de que el trabajo debe confiarse a profesionales, bien sea creando un gabinete propio o contratando un servicio externo.
Según el director del máster en Gestión de Empresas de Comunicación de la Universidad de Navarra, los gabinetes han ganado protagonismo en la medida que se han adelgazado las redacciones y que se impone la inmediatez: falta tiempo para contrastar los comunicados que envían empresas e instituciones, así que, deprisa-deprisa, la información que llega sirve para resolver sin angustias una página de periódico o medio minuto de emisión. "Los gabinetes se han aprovechado de los recortes en las redacciones. Al otro lado no hay crisis ", remata Sánchez-Tabernero.

dimarts, 26 de juny del 2012

Nous nínxols laborals per a periodistes

Publicat al número 156 de la revista Capçalera (juny 2012)
“Deixa de ploriquejar i de dir que tot va malament. Si estàs de bon ànim, trobaràs oportunitats. Tant l’optimista com el pessimista tenen raó, perquè tots dos reflecteixen una part de la realitat, però a l’optimista li van millor les coses. Si tot ho veus malament, l’autoprofecia s’acabarà complint. Mirem enrera: les coses mai han estat fàcils. Sempre dic als periodistes que no deixin els estudis i que es formin, que mirin el que és rellevant, que vegin com funcionen les xarxes socials, que experimentin amb Twitter i Facebook, que aprenguin dels blogs i del que fan les altres empreses. La nostra professió és la més atractiva, apassionant i desafiant del món, perquè influeix en el comportament de les persones i contribueix a canviar mentalitats. Però avui només admet als periodistes amb afany de superació”.
Alfonso Sánchez-Tabernero, director del màster en Gestió d’Empreses de Comunicació de la Universitat de Navarra, evita caure en el desànim. Tot i ser conscient de la sagnia de periodistes que han deixat els successius ERE que han afectat els principals mitjans, creu que hi ha raons per mirar al futur amb esperança. “Hi ha futur perquè hi ha present”, coincideix Josep Lluís Micó, director del grau de Periodisme de la Facultat de Comunicació Blanquerna.
Es creen llocs de treball perquè els ciutadans tenen més necessitat que mai d’estar informats, indica Sánchez-Tabernero. “Encara que vivim una crisi llarga i profunda i que l’ocupació tradicional disminueix, si pensem en la societat veiem que hi ha més consum d’informació que mai. Quan els països creixen, la gent no destina els diners a comprar més pa o més parells de sabates: seria absurd. Se’ls gasta en oci i coneixement”.
Sí, el mercat absorbeix a nous periodistes i n’absorbirà més d’aquí a deu anys, assegura Sánchez-Tabernero, “però només trobaran feina en el nou escenari els professionals amb capacitat innovadora”. Quin sentit té, es pregunta en to provocatiu, que les facultats segueixin formant els alumnes com si tots estiguessin destinats a convertir-se en redactors d’un diari o que se segueixin impartint assignatures com disseny de pàgines de diari?
“El mercat necessita professionals que siguin molt flexibles, capaços d’aprendre, globals, que entenguin les noves tecnologies, que puguin aportar coses noves per aconseguir grans audiències o reduir costos, gent més preparada i més activa. El periodista ha de ser un professional híbrid, que sàpiga manejar mitjans audiovisuals i que sàpiga, això segueix sent fonamental, explicar històries atractives. Qui no doni aquest pas, qui només sàpiga seguir fent lids i titulars, està equivocat”, sentencia el professor de la Universitat de Navarra.
Per a Josep Lluís Micó, “hi ha molts futurs complementaris, petites parcel·les que indubtablement no absorbiran molts informadors però que donen un complement i serveixen d’esperança”.
Però de quins llocs de treball parlen Micó i Sánchez-Tabernero? Unes trucades a tres dels principals mitjans de comunicació catalans confirmen la impressió generalitzada que hi ha estesa en el sector: en l’últim any, a penes han contractat a nous periodistes. Al contrari, han tendit a retallar. Segons la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), els últims tres anys han perdut la feina 5.270 professionals de la comunicació a l’Estat.
Així doncs, qui està contractant actualment periodistes i per fer què? Es fa difícil, per no dir impossible, posar-hi noms. Com a molt, cognoms. I els cognoms més en boga ara mateix són Digital, Xarxa i Portabilitat.
Per fer entendre el grau de confusió que hi ha al voltant de les noves feines per a periodistes, Josep Lluís Micó explica que a Blanquerna han arribat a rebre ofertes de treball exactes però que anomenaven les tasques a realitzar de formes diferents. “Gestor de continguts digitals seria el gran paraigua que aixopluga ocupacions molt diferents i que encara no tenen ni nom. Però l’important és que existeixen”.
El director del grau de Periodisme de la facultat de comunicació Blanquerna inclou sota aquest paraigua els professionals que dins d’un diari, una emissora de ràdio o un canal de televisió s’encarreguen de gestionar l’àrea de participació. “Els mitjans són conscients que tenen un públic cada vegada més competent tecnològicament i que els envia material i comenta les notícies. Això obliga a posar ordre en la informació, a sistematitzar i a filtrar. Si fins ara teníem els periodistes de carrer i els de taula, ara també tenim els de participació”.
Darrera d’aquests professionals més visibles, hi ha empreses i organitzacions de tot tipus que, amb la seva presència a les xarxes socials, blogs i portals propis, s’acaben convertint, elles també, en mitjans per difondre continguts propis o convenients als seus interessos. “Gestionar continguts és més complex que portar el Twitter i el Facebook d’una empresa. Les organitzacions humanes tenen cada cop més la necessitat de comunicar millor, i això crea llocs de treball”, afirma Micó. En aquests casos, els periodistes sovint s’integren en equips pluridisciplinars i treballen al costat de publicistes, tècnics en màrqueting, advocats o economistes.
Una altra possibilitat és l’emprenedoria. Com que no trobem qui ens doni feina i tenim idees, muntem la nostra empresa o ens convertim en autònoms. “Hi tinc moltes esperances dipositades, però tampoc ens passem d’eufòrics –confia Micó-: l’autoocupació en general només serveix per començar a treballar”.
Els periodistes sevillans van convocar el passat 21 d’abril la trobada Se buscan periodistas. La idea força de la reunió era si no ens ofereixen feina, nosaltres la crearem. Els professionals presents en aquella cita van apostar per posar en marxa diversos mitjans de forma autogestionària, i van acabar parlant d’aspectes poc habituals entre els periodistes: crear una cooperativa, elaborar un pla d’empresa i dissenyar un model de negoci o un sistema de finançament basat en les microsubscripcions. Per a Sílvia Cobo, periodista especialitzada en internet i Social Media, ens trobem davant d’un model que podria estendre’s en un futur immediat.
Alfonso Sánchez-Tabernero posa alguns exemples de noves ocupacions periodístiques que ha conegut els últims anys: periodistes que fan de Community Manager o munten webs, els que donen serveis a empreses, els que fan publicacions que després distribueixen en estadis de futbol, farmàcies o grans superfícies…
“Les noves feines solen aparèixer fora dels grans mitjans, que ara mateix estan més preocupats a agafar les tisores que a pensar en el futur. Aquestes companyies depenen de societats que cotitzen en Borsa i, com que els moviments a llarg termini no repercuteixen en la cotització de les seves accions, es limiten a mira en curt”.
Sánchez-Tabernero, que va ser vicerector de la Universitat de Navarra, creu que demà mateix trobarien fàcil col·locació en el mercat els professionals capaços de fer bons productes de no ficció per a la televisió que costin deu vegades menys que els que emeten les cadenes generalistes, aplicacions per a mòbils, instruments de màrqueting per a empreses, productes informatius multisuport o d’escriure reportatges especialitzats sobre temes tan específics com l’indústria farmacèutica o els hidrocarburs.
Ara bé, cal ser realista. I per a Josep Lluís Micó el realisme passa per acceptar que els llocs de treball que es creen en el camp digital no responen, ni per qualitat ni en quantitat, a les expectatives que els grans gurús havien profetitzat. Són feines més precàries en un sector ja de per si precari. “El context actual continua sent de moltes baixes i poques altes. Les noves feines són més residuals que abans i permeten mantenir-se a flot i que periodistes en atur o acabats de llicenciar puguin tenir una feineta. No són jornades completes o responen a necessitats de temporada, de manera que obliga a combinar-les amb altres ocupacions”.
D’aquesta manera, reneix la figura del periodista pluriocupat. A falta de jornades completes, el professional es veu forçat a buscar petites col·laboracions en diferents mitjans i/o a passar-se al que Sánchez-Tabernero anomenava l’altre costat. Tot, per poder sumar un sou a finals de mes. En el cas que es generalitzés aquesta pràctica, molt habitual durant el franquisme, seria un mal símptoma, es lamenta Micó.
Davant del periodista “que ha de fer deu feines per arribar a finals de mes”, Josep Lluís Micó creu que es consolida el periodista estrella a qui tothom reclama perquè ell mateix és una marca. “Tots dos tenen en comú la multiocupació però el contrast és cruel”.
L’altra figura emergent és la del periodista polivalent. Micó i Pere Masip el retrataven l’any 2010 en la  Prospectiva del mercat laboral per a futurs graduats en periodisme, un estudi patrocinat pel Laboratori de Comunicació Digital de Blanquerna. Es tracta de professionals flexibles, capaços d’adaptar-se i que demostren la seva polivalència bé sigui en el camp tecnològic, mediàtic o el temàtic.
En un moment de canvi com l’actual i com a mínim durant uns anys, “el seu èxit està garantit”, vaticinen Micó i Masip. L’adveniment d’aquest professional capaç d’integrar-se ràpid en equips humans complexos i, en alguns casos, d’escriure en diferents seccions ha estat rebut com un manà diví per moltes empreses. Allà on abans es necessitaven dues o tres persones per fer tasques concretes, ara en ocasions n’hi ha prou amb una sola. Per aquesta raó és un dels perfils més buscat per a redaccions petites.
El periodista polivalent, conegut en altres temps com noi per a tot o tot terreny, no suposa de cap manera la desaparició dels especialistes, adverteixen Micó i Masip en el seu estudi. Mentre el primer ofereix “agilitat, nervi i estalvi: supervivència”, el que domina alguns temes a fons és garantia de “qualitat, rigor i profunditat: feina ben feta”.
Sondejant els nous nínxols laborals per a periodistes ens trobem també professionals que han trobat col·locació com a auditors de la informació o en el món de la documentació, i anant una mica més enllà, arribem al portal LinkedIn. Pengem un missatge en el grup Formación para Periodistas i en uns dies diversos professionals ens donen el seu punt de vista. Per a Roberto Vargas, la solució per als periodistes que busquin feina passa per crear nous mitjans a la xarxa. Quins? Vargas parla d’una pàgina web per transmetre en directe les sessions del Congrés de Diputats. Qui la podria comprar?, es pregunta. “Si s’està debatent una llei per als ramaders, el periodista fa la seva pàgina i ven els seus serveis als propis ramaders que vulguin estar informats minut a minut del tràmit de la llei que més els interessa”.
Concha Belanzategui esmenta que ha rebut ofertes per fer de click-worker (escriure o traduir textos breus per a i a través d’internet) o de bloguer “a 40 cèntims la peça”, alhora que explica l’intent dels treballadors d’una televisió local clausurada que, després de fer-se autònoms i d’arribar a un acord amb el propietari, han muntat una societat per explotar la llicència i els equips.
Cadascú explica el seu cas. Silvia Tinoco intenta muntar un servei de premsa per a músics i María Villarreal començarà a treballar en una agència que es dedica al seguiment de mitjans. “Crec que pot ser una sortida interessant quan l’anomenat clipping és a l’ordre del dia”. Davant l’allau de periodistes que tracten de fer-se Community Managers, Lidia López confessa que, tot i que l’e-màrqueting no té res a veure amb el periodisme, “com a mínim ens manté en el món de la comunicació”.
“Avui hi ha moltes possibilitats per experimentar”, evidencia Alfonso Sánchez-Tabernero. El problema, o un dels problemes, per als periodistes és que no hem sabut aprofitar els nous terrenys de joc que s’han obert amb l’eclosió de la societat digital, afegeix Josep Lluís Micó. “Els sectors de l’oci i la publicitat han estat molt més actius que el periodístic. En el darrer Mobile World Congress era impressionant veure la quantitat de divisions i subdivisions per tipus de feina que hi havia. Doncs vols creure que no es feia cap esment al periodisme? Tenim un camí llarguíssim a recórrer”.
El cas dels tablets és paradigmàtic del desconcert que viu el sector. “Un dia se’ns apareix el senyor Steve Jobs, que al cel sigui, ens treu l’Ipad i ens diu ‘mireu quina cosa tan maca!’. Tots diem ‘que bonic’, i de seguida ens preguntem què puc fer per treure-li rendiment? Què fem amb aquest suport a Catalunya? Què fem les universitats per formar gent capaç de pensar més enllà dels suports tradicionals? Anem fent adaptacions, però molt lentament”.
“Hem entrat en una època del canvi continu –sentencia Sánchez-Tabernero-. Només és possible la salvació amb una nova mentalitat”.


Els gabinets no noten la crisi
A tenor del que diuen Josep Lluís Micó i Alfonso Sánchez-Tabernero, els que no semblen notar gaire els embats de la doble crisi (la conjuntural i l’estructural) que viu el periodisme són els gabinets de premsa. Per al director del grau de Periodisme de la Facultat de Comunicació Blanquerna, la comunicació és un àmbit que cap organització pública o privada vol menystenir i cada cop hi ha més consciència que la feina s’ha de confiar a professionals, bé creant un gabinet propi o contractant un servei extern.
Segons el director del màster en Gestió d’Empreses de Comunicació de la Universitat de Navarra, els gabinets han guanyat protagonisme en la mesura que s’han aprimat les redaccions i que s’imposa la immediatesa: falta temps per contrastar els comunicats que envien empreses i institucions, així que, depressa-depressa, la informació que arriba serveix per resoldre sense angoixes una pàgina de diari o mig minut d’emissió. “Els gabinets s’han aprofitat de les retallades a les redaccions. A l’altre costat no hi ha crisi”, remata Sánchez-Tabernero.